miércoles, 6 de mayo de 2020

Cráteres con bandas, cráteres fantasmas y otras bellezas en las cercanías de Bullialdus.



Alberto Anunziato y Francisco Alsina Cardinali

Publicado en la edición de mayo 2020 de “The Lunar Observer”

La estrella de la imagen es, sin dudas, Bullialdus. Podemos pensar que en algunos miles de millones de años Copernicus ser verá muy similar a Bullialdus, que pertenece al periodo erastotheniano. Ambos comparten algunas características como pendientes muy empinadas y atormentadas, paredes muy altas en terrazas, piso plano y múltiples picos centrales, pero Bullialdus ha perdido sus rayos brillantes casi por compleo. Bullialdus fue tema del Focus On de la edición de julio 2012 de “The Lunar Observer” y allí puede remitirse el lector curioso para conocer más sobre este espectacular cráter. El detalle que más me gusta en la imagen son los picos centrales claramente definidos. En el artículo de Wayne Bailey de ese número de TLO aprendimos que: “Bullialdus A está cubierto por estas eyecciones, lo que demuestra que existía en el momento del impacto que formó Bullialdus. Bullialdus B, sin embargo, se superpone a este material, lo que indica que es el más joven de los tres cráteres”. Los rayos que se observan y dominan la escena son los del no tan cercano Tycho. Incluso omitiendo la cercana Rupes Recta, Mare Nubium presenta una serie de accidentes de sumo interés. Uno de ellos tiene forma de corazón, ciertamente lo poco que queda del Pre-Ímbrico Wolf es sumamente sugerente (arriba, a la izquierda). Al otro lado de Bullialdus, encontramos las empinadas barrancas y altas paredes de Konig, y a su derecha parte de algún cráter sumergido por la lava que formó el Mare Nubium. Un poco más arriba de Konig encontramos una formación circular aislada, casi un cráter fantasma: Kies. Y al otro lado de Bullialdus, hacia el norte (fondo de la imagen) encontramos otra formación circular que casi calificaría como cráter fantasma, Lubiniezky (nombrado en honor del autor polaco de uno de los libros más fascinantes de la astronomía, el Theatrum Cometicum). Y si bien no es un cráter fantasma, Hippalus es un cráter tan antiguo y deteriorado que casi lo parece. Se encuentra debajo de Campanus y Mercator, de muy similar forma y tamaño, parecen un par de anteojos. Hippalus B (5 km. de diámetro) aparece muy nítido, un poco desplazado del centro de Hippalus. La espectacular Rima Hippalus (una “arcuate rille”) pasa al lado de Hippalus B y cruza Hippalus en toda su extensión. Hablemos ahora de los espectaculares cráteres con bandas que se observan en la imagen. El más espectacular es Agatharchides A (entre Bullialdus e Hippalus). Tiene solamente 16 kilómetros de diámetro pero sus bandas se distinguen claramente. Agatharchides A le da nombre al Grupo 5 en la tipología del Banded Craters Program de ALPO: “Grupo 5 - (Tipo Agatharchides A) Una mitad del suelo es gris y las bandas son radiales desde el interior de la pared dentro de esta sección y son visibles en las partes gris y brillante del suelo”. Sigue después Mercator A, a la derecha de Mercator. Sus bandas claras son tan brillantes que resaltan a pesar de su pequeño diámetro (9 kilómetros). El manto de eyección de Mercator A es muy brillante también, debe ser un cráter del período copernicano. Kies A también es un cráter con bandas bastante marcadas y de pequeño diámetro, al sur de Kies (arriba en nuestra imagen).

Name and location of observer: Luis Francisco Alsina Cardinalli (Oro Verde, Argentina).
Name of feature: Bullialdus.
Date and time (UT) of observation: 12-12-2016-00:30.
Filter: Astronomik ProPlanet 742 IR-pass.
Size and type of telescope used: 200 mm. reflector (Meade Starfinder 8).

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