jueves, 18 de abril de 2024

¿FOSA O CRÁTER?

 

Traducción del texto aparecido en el número de abril 2024 en The Lunar Observer

En la edición de octubre de 2023 compartíamos en The Lunar Observer un análisis sobre los variados accidentes selenográficos que se podían observar en la filmación de la cámara a bordo del Lander Vikram de la misión lunar Chandrayaan 3 de la Agencia Espacial India, que alunizó cerca del cráter Marzinus el 23 de agosto de 2023. El video utilizado se encuentra en youtube: https://www.youtube.com/watch?v=IhTQ6bNuP8c&t=56s y a los 2 minutos 27 segundos aparecía un cráter de forma sumamente irregular, tan irregular que hacía pensar en un cráter de colapso o fosa, por sus bordes irregulares (IMAGE 1). Este mes, como una de las actividades para festejar el quinto aniversario de la Sociedad Lunar Argentina, programamos una serie de charlas en vivo por Youtube, y una de ellas fue sobre un tema que me fascina: las cavernas de la Luna. Los que tenemos unos años hemos visto avanzar significativamente el conocimiento de la formación geológica que explicaría que hubiese cavernas bajo la superficie de la Luna, como las que habitaban los selenitas en la famosa película “First men on the Moon”, basada en el relato de H. G. Wells. Se trata de los tubos de lava. Con las fotografías de Apollo y, sobre todo, de Lunar Orbiter, se podía deducir que estas cavernas formadas por el drenado de la lava existían a partir de imágenes de rimas formadas por sectores colapsados y sectores que tendrían un techo. Recordemos que muchos canales de lava, como Vallis Schröteri, podrían explicarse como tubos de lava cuyo techo ha colapsado. Con sondas modernas como Grail y Lunar Reconnaissance Orbiter empezaron a estar disponibles datos sobre la corteza que permiten inferir espacios huecos e imágenes de fosas que son cráteres de colapso que podrían ser la entrada a un tubo de lava, como si fueran claraboyas de su techo. Ahora bien, preparando la charla “Cráteres de colapso y tubos de lava” me encontré con un catálogo de fosas realizado con las imágenes de LRO, se trata del LROC Pits Atlas, disponible en https://www.lroc.asu.edu/pits , en la forma de un atlas y un catálogo. Se trata de una herramienta relativamente reciente y fascinante, en la que encontramos imágenes con distinta iluminación e información detallada sobre 278 fosas. En el número anterior de esta revista, en la Sección Focus On Lacus Mortis citamos un trabajo en el que se elegían 4 de estas 278 como las mejores candidatas para una base lunar habitada. El futuro a mediano plazo de la exploración lunar está relacionado con los tubos de lava, a los que se accederá a través de estas fosas. En este estudio (López Martínez G. et al.) se sintetiza la importancia de estudiar estas fosas:

“De manera similar a cómo se forman las fosas en los tubos de lava en la Tierra, en la Luna, estas características podrían ser la entrada a cuevas subterráneas formadas cuando los techos de los tubos de lava no son lo suficientemente resistentes para soportar su peso y colapsan. Algunos de ellos podrían incluso estar interconectados si su origen es el mismo tubo volcánico por el que fluyó la lava en el pasado. En consecuencia, los cráteres planetarios y las posibles cuevas subterráneas son regiones astrobiológicas prometedoras debido a sus propiedades para preservar su propio microclima. También ofrecen un escudo natural contra la radiación (por debajo o a 6 metros de profundidad) y las duras condiciones de la superficie. Se encontró hielo de agua expuesto en la superficie en las regiones polares lunares y en cráteres simples, por lo que los cráteres lunares podrían preservar depósitos de hielo de agua dentro o cerca de ellos. Las cuevas han sido descritas como posibles primeros asentamientos humanos en la Luna y Marte, ofreciendo un refugio permanente y seguro para los astronautas y almacenamiento de equipos. Además, la protección que proporciona este refugio natural ofrece un interés adicional: un tubo de lava intacto en condiciones prístinas adecuadas para comprender la historia geológica de la Luna”. Estamos viviendo tiempos interesantes, sin dudas. Por cierto, la fosa más grande y más accesible, en principio, a una futura exploración se encuentra en Lacus Mortis y compartimos su imagen en el número anterior. Si voy a la Luna, es el lugar al que quiero ir, a la Lacus Mortis Pit y bajar cuanto pueda por esa rampa que parece tan accesible.

Con perdón de esta larga introducción, lo que quería compartir aquí es la comparación entre el accidente selenográfico que se puede observar en la filmación de la cámara a bordo del lander Vikram, bastante cerca del lugar de alunizaje, con imágenes de fosas catalogadas en el LROC Pits Atlas. Por supuesto, esta “supuesta” o “imaginaria” fosa no se encuentra en el catálogo y no tengo la más mínima intención de reclamar un “descubrimiento”. Lamentablemente mi conexión de internet dificulta bastante estos días llevar el LROC Quickmap hasta las cercanías de la supuesta fosa para buscarla, lo que será mi próxima tarea. Solamente quería compartir una comparación “observacional” de la forma de lo que se ve en la imagen captada al alunizar por Vikram con las formas de las fosas incluidas en el catálogo citado, de manera de conocer más sobre este fascinante tema.

Antes de comparar a la “Fosa Vikram” con otras fosas catalogadas, quisiera hacer algunas consideraciones sobre la distribución en la superficie lunar de estas. 1) Tienen una distribución irregular, aparentemente en grupos. Hay 4 cráteres que concentran el 52 % de todas las fosas catalogadas (King con 62, Copernicus con 32, Stevinus con 26 y Tycho con 24). ¿Hay un sesgo observacional o una explicación geológica? Esto último es más probable, pensemos en que los 4 son cráteres jóvenes, de la era copernicana. 2) Hay muy pocas en las cercanías de los polos sur y norte. Aquí más que con un sesgo observacional nos enfrentamos con condiciones adversas de observación, incluso para la maravillosa cámara de la LRO, ya que los ángulos de incidencia de la iluminación solar son muy bajos, lo que impide ver el interior para saber si hay paredes verticales y rampas.








Vamos a comparar la forma de la supuesta fosa con la forma de fosas incluidas en el LROC Pits Atlas, al que pertenecen las imágenes que siguen. Empecemos la comparación con la IMAGE 1, que en la parte inferior presenta dos salientes, más pronunciada la de la derecha. En IMAGE 2 (Jackson 3, página 114) marcamos dos salientes, más finas y menos pronunciadas, en IMAGE 3 (King 20a, página 151) también marcamos una saliente similar. En IMAGE 4 (Tycho 16, página 270) las salientes de la derecha son tan pronunciadas como las de IMAGE 1 y a la izquierda podría haber una posible rampa, lo que también podríamos ver en IMAGE 1. Las salientes de las cuatro imágenes podrían o no ser lo que el Pits Atlas denomina “overhang”, es decir, una especie de techo o cieloraso. En 29 de las fosas catalogadas este fuerte indicio de una caverna debajo de la fosa está confirmado, en las 3 que vimos es dudosa su presencia. En cuanto a la presencia de una rampa, las fosas de las IMAGE 2 y 3 no la tienen, mientras que es muy probable que existe en la fosa de IMAGE 4, bastante parecida a la IMAGE  1, que podría tener una rampa en la parte inferior izquierda (mera hipótesis especulativa, como todo lo que venimos diciendo). En la fosa de la IMAGE 5 (Oday 2, página 205) marcamos la posible rampa, con un muy leve parecido a lo que señalamos en la IMAGE 1. IMAGE 6 corresponde a la fosa denominada Tycho 14 (página 267), que consideramos muy similar en forma a IMAGE 1, las flechas horizontales indican las salientes y la flecha vertical la posible rampa. Es la IMAGE 7 (Stefan L1, página 220) la más parecida a la “Fosa Vikram”, la flecha indica la más que evidente rampa (es increíble el nivel de detalle de las rocas sueltas), que podría ser comparable a la parte superior izquierda de IMAGE 1. Bueno, ya hemos dejado volar demasiado nuestra imaginación. Las formas del accidente selenográfico de la IMAGE 1 y de las fosas de las IMAGES 2 a 7 tienen cierta semejanza. IMAGE 1 podría ser un cráter muy irregular, y seguramente lo es, y los juegos de sombras y luces nos hacen ilusionar (lo que es una constante en la observación lunar por aficionados). También es cierto que las sombras indicarían un cráter demasiado profundo para ser un cráter de impacto tan pequeño. Es casi imposible que sea una fosa si no fue incluida en el LROC Pits Atlas, ya que la cámara de la LRO es muy superior a la de la Vikram y sus imágenes han sido analizadas en profundidad en ese increíble catálogo, pero también es cierto que las imágenes de Vikram se tomaron de más cerca que la LRO y que las cercanías de los polos dificultan la observación, salvo cuando se está tan cerca como el lander indio. Habrá que buscar en el LRO Quickmap un cráter irregular que en sombras sea similar a la “Fosa Vikram”, lo que seguramente sea el caso. Es posible que mi ilusión de aficionado me haya empujado a esta divagación fundada en la analogía más que en el dato certero del LRO Quickmap. Admito mi lado fantasioso y trato de lidiar con él, pero también es cierto que fue una oportunidad para conocer más sobre estos accidentes selenogáficos que serán esenciales en el futuro no tan lejano. Un punto en contra para nuestra imaginada caverna debajo de la “Fosa Vikram”: “Desafortunadamente los tubos de lava son principalmente aparecen en los maria, en las tierras altas polares deben ser antiguos y estar bastante dañados”, según Arlin Crotts en The New Moon (página 247). Imaginen qué increíbles aventuras nos esperan en estas cavernas: ¿Cuáles son el contenido y la estructura de esos tubos de lava? Son sorprendentes a la hora de preservar un momento de hace varios miles de millones de años, probablemente libre de la lenta trituración del regolito por los impactos. Algunos incluso pueden estar sellados contra el vacío: ¿Qué atmósfera contienen? (El helio y el argón son los principales candidatos, pero también es posible que haya vapor de agua y el dióxido/monóxido” (Crotts, página 286).

 

REFERENCES

Crotts, Arlin (2014), The New Moon, Cambridge University Press, New York.

López-Martínez G. et al. (2023), Habitability Potential of Lunar Pit Craters: Marius Hills, Mare Tranquilitatis, Lacus Mortis and Mare Ingenii Pit, 54th Lunar and Planetary Science Conference 2023 (LPI Contrib. No. 2806).  Disponible en: https://www.hou.usra.edu/meetings/lpsc2023/pdf/2380.pdf

Wagner, R. V. and Robinson, M. S. (2021). Occurrence and Or­igin of Lunar Pits: Observations from a New Catalog. 52nd Lunar and Planetary Science Conference, Abstract #2530.

https://www.hou.usra.edu/meetings/lpsc2021/pdf/2530.pdf

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