(Marcelo
Mojica)
El 17 de septiembre de 2024, desde las 22:15 TL en
Bolivia (02:15 del 18 en TU), los amantes de la astronomía tuvimos la
oportunidad de observar un eclipse parcial de luna que, aunque estuvo marcado
por dificultades ambientales, se convirtió en un espectáculo memorable. La
presencia de incendios forestales en varias regiones del país afectó
significativamente la calidad del cielo, creando una atmósfera densa que
dificultó la visualización de este fenómeno natural. Sin embargo, la
naturaleza, siempre sorprendente, ofreció un alivio en forma de una ligera
lluvia que ayudó a limpiar un poco la contaminación en la atmósfera, permitiéndonos
disfrutar de este evento astronómico. Muchos observadores bolivianos sólo
disfrutaron del evento visualmente, en cambio otros se dedicaron a obtener la
mayor cantidad de imágenes posibles
Un Eclipse Parcial: ¿Qué Es?
Un eclipse lunar parcial ocurre cuando solo una
parte de la Luna pasa a través de la sombra de la Tierra, lo que da como
resultado que solo una parte del satélite natural quede oscurecida. En esta
ocasión, los entusiastas de la astronomía se prepararon para capturar este
fenómeno, que se esperaba que fuera especialmente atractivo debido a la
tonalidad rojiza que adquiere la Luna en momentos en que la Luna va ingresando
a la umbra. En la Fig. 1 podemos
apreciar los cálculos realizados por Moisés Montero para Bolivia. [1]
Fig. 1 Los presentes cálculos los realizó Moisés
Montero del grupo ASO de Cochabamba, quien los compartió con todo el país.
Nuestro amigo Moisés también hizo notar a muchos
aficionados bolivianos que, desde el Sur, la perspectiva es diferente que en el
Norte y por ello debemos interiorizarnos más en dichos conceptos, como también
en cuanto a porcentajes de superficies eclipsadas.
Desafíos por Incendios Forestales
La temporada de incendios forestales fue intensa en
muchas áreas de nuestro país, lo que resultó en un cielo a menudo cubierto por
humo. Esto no solo oscureció el cielo, sino que también generó preocupaciones
sobre la calidad del aire. Muchos aficionados a la astronomía temían que estas
condiciones impidieran cualquier tipo de observación significativa. Sin
embargo, mientras se acercaba el día del eclipse, el clima comenzó a mostrar
signos de mejora. Una pequeña lluvia, inesperada pero bienvenida, ayudó a
limpiar el aire y a despejar el cielo, ofreciendo una oportunidad para que los
observadores pudieran apreciar el fenómeno celestial. La red moniCA, que
controla la calidad del aire en nuestra ciudad, nos dice en un reporte
publicado en el periódico “Opinión”: “…Las
cifras así lo corroboran ya que de acuerdo a la Red de Monitoreo de Calidad del
Aire (Red MoniCA), este lunes Cochabamba amaneció con un Índice de la Calidad
del Aire (ICA) de 164 microgramos de partículas por metro cúbico (μg/m3), lo
que indica una calidad “muy mala” de aire...”[2]
Herramientas de Observación
Para capturar la belleza del eclipse, se utilizaron
dos instrumentos de observación. El primero fue un telescopio refractor APO de
72 mm de apertura más barlow 2X, conocido por su capacidad para proporcionar
imágenes nítidas y brillantes. Acoplado a una cámara Nikon D3100, este equipo me
permitió obtener las fotografías del evento, y en piggyback una Canon S40 con
zoom digital para obtener algunas otras fotografías. La combinación de la
calidad óptica del telescopio y la sensibilidad de la cámara facilitó la
captura de detalles que no esperaba lograr. La Fig. 2 nos muestra la
configuración utilizada.
Fig. 2 Se observa el APO Skay Watcher con la Nikon a
foco primario y la Canon en Piggy
Además, se utilizó un telescopio robotizado ZWO
Seestar S50, que ofreció una experiencia de observación más automatizada y
precisa. Este telescopio, conocido por su capacidad de seguimiento y ajuste,
permitió a los usuarios enfocarse en la luna sin necesidad de ajustes manuales
constantes, lo que resultó en imágenes más estables y detalladas durante el
eclipse. La combinación de estos dos telescopios demostró ser una estrategia
eficaz para superar las adversidades de la calidad del cielo y ser un set de
equipos óptimo para observar y fotografiar un eclipse lunar o solar si se está
trabajando sólo.
La Experiencia del Eclipse
A medida que avanzaba la noche, los observadores de
todo el país, y de la ciudad de Cochabamba, se reunieron en diferentes puntos
de la ciudad, armados con sus telescopios y cámaras. Con el eclipse en su punto
máximo, la atmósfera se llenó de entusiasmo y camaradería y a pesar de que sólo
vimos una pequeña parte de la Luna oscurecerse, la emoción de las personas era
notoria. En los grupos WhatsApp nos
enviaban videos, imágenes y comentarios en los cuales se notaba que el eclipse
estaba causando sensación, pues junto con las fotos tomadas con celulares se
leían comentarios como ser: “…se ve a simple vista…”. Los murmullos de asombro
resonaban mientras cada uno se turnaba para observar a través de los
telescopios y captar la imagen del satélite parcialmente cubierto, intentando
adosar su celular para llevarse un mejor recuerdo.
Los resultados fueron sorprendentes. A pesar de las
condiciones adversas, las fotografías obtenidas fueron buenas. La mezcla de
colores y sombras en la Luna, provocada por la atmósfera terrestre, creó un
paisaje visual que deleitó a todos los presentes. Cada imagen compartida, cada
comentario sobre el evento, enriqueció la experiencia colectiva. Aunque en las imágenes no se nota, se podría
observar una zona rojiza al final de la umbra
En la Fig.3 podemos apreciar dos imágenes obtenidas
y procesadas por mi persona. Se
obtuvieron 10 tomas de cada una y se utilizó el Registax 5 para obtener el
resultado final.
Fig.3 Se
observa la Luna eclipsada en el máximo a la izquierda, 22:45 y cuando la Luna
ya estaba saliendo de la umbra a las 23:17 TL.
Refractor APO de 72mm con barlow 2X y cámara Nikon D3100 con s= 6/10 y
t=3/6, gracias a una pequeña lluvia que limpió un poco el humo de nuestros
cielos
Conclusión
El eclipse parcial de luna del 17 de septiembre de
2024, a pesar de los desafíos presentados por los incendios forestales y la
calidad del cielo, se convirtió en una celebración de la resiliencia y la belleza
de la astronomía. Gracias a la ayuda de la lluvia y al uso de equipos
adecuados, los observadores pudieron disfrutar y capturar un momento único en
el cielo nocturno. Este evento no solo reforzó la pasión por la astronomía,
sino que también destacó la importancia de la comunidad en la apreciación de
los fenómenos naturales. Sin duda, una noche que quedará en la memoria de
quienes tuvimos la fortuna de vivirla.
Referencias Bibliográficas
1)
Moises Montero. Astronomía Signa Octante,
septiembre, 2024
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