viernes, 27 de septiembre de 2024

Eclipse de Luna parcial del 17 de septiembre 2024

 

(Marcelo Mojica)

El 17 de septiembre de 2024, desde las 22:15 TL en Bolivia (02:15 del 18 en TU), los amantes de la astronomía tuvimos la oportunidad de observar un eclipse parcial de luna que, aunque estuvo marcado por dificultades ambientales, se convirtió en un espectáculo memorable. La presencia de incendios forestales en varias regiones del país afectó significativamente la calidad del cielo, creando una atmósfera densa que dificultó la visualización de este fenómeno natural. Sin embargo, la naturaleza, siempre sorprendente, ofreció un alivio en forma de una ligera lluvia que ayudó a limpiar un poco la contaminación en la atmósfera, permitiéndonos disfrutar de este evento astronómico. Muchos observadores bolivianos sólo disfrutaron del evento visualmente, en cambio otros se dedicaron a obtener la mayor cantidad de imágenes posibles

Un Eclipse Parcial: ¿Qué Es?

Un eclipse lunar parcial ocurre cuando solo una parte de la Luna pasa a través de la sombra de la Tierra, lo que da como resultado que solo una parte del satélite natural quede oscurecida. En esta ocasión, los entusiastas de la astronomía se prepararon para capturar este fenómeno, que se esperaba que fuera especialmente atractivo debido a la tonalidad rojiza que adquiere la Luna en momentos en que la Luna va ingresando a la umbra.  En la Fig. 1 podemos apreciar los cálculos realizados por Moisés Montero para Bolivia. [1]



Fig. 1 Los presentes cálculos los realizó Moisés Montero del grupo ASO de Cochabamba, quien los compartió con todo el país.

Nuestro amigo Moisés también hizo notar a muchos aficionados bolivianos que, desde el Sur, la perspectiva es diferente que en el Norte y por ello debemos interiorizarnos más en dichos conceptos, como también en cuanto a porcentajes de superficies eclipsadas.

 

Desafíos por Incendios Forestales

La temporada de incendios forestales fue intensa en muchas áreas de nuestro país, lo que resultó en un cielo a menudo cubierto por humo. Esto no solo oscureció el cielo, sino que también generó preocupaciones sobre la calidad del aire. Muchos aficionados a la astronomía temían que estas condiciones impidieran cualquier tipo de observación significativa. Sin embargo, mientras se acercaba el día del eclipse, el clima comenzó a mostrar signos de mejora. Una pequeña lluvia, inesperada pero bienvenida, ayudó a limpiar el aire y a despejar el cielo, ofreciendo una oportunidad para que los observadores pudieran apreciar el fenómeno celestial. La red moniCA, que controla la calidad del aire en nuestra ciudad, nos dice en un reporte publicado en el periódico “Opinión”: “Las cifras así lo corroboran ya que de acuerdo a la Red de Monitoreo de Calidad del Aire (Red MoniCA), este lunes Cochabamba amaneció con un Índice de la Calidad del Aire (ICA) de 164 microgramos de partículas por metro cúbico (μg/m3), lo que indica una calidad “muy mala” de aire...[2]

Herramientas de Observación

Para capturar la belleza del eclipse, se utilizaron dos instrumentos de observación. El primero fue un telescopio refractor APO de 72 mm de apertura más barlow 2X, conocido por su capacidad para proporcionar imágenes nítidas y brillantes. Acoplado a una cámara Nikon D3100, este equipo me permitió obtener las fotografías del evento, y en piggyback una Canon S40 con zoom digital para obtener algunas otras fotografías. La combinación de la calidad óptica del telescopio y la sensibilidad de la cámara facilitó la captura de detalles que no esperaba lograr. La Fig. 2 nos muestra la configuración utilizada.

Fig. 2 Se observa el APO Skay Watcher con la Nikon a foco primario y la Canon en Piggy

 


Además, se utilizó un telescopio robotizado ZWO Seestar S50, que ofreció una experiencia de observación más automatizada y precisa. Este telescopio, conocido por su capacidad de seguimiento y ajuste, permitió a los usuarios enfocarse en la luna sin necesidad de ajustes manuales constantes, lo que resultó en imágenes más estables y detalladas durante el eclipse. La combinación de estos dos telescopios demostró ser una estrategia eficaz para superar las adversidades de la calidad del cielo y ser un set de equipos óptimo para observar y fotografiar un eclipse lunar o solar si se está trabajando sólo.

La Experiencia del Eclipse

A medida que avanzaba la noche, los observadores de todo el país, y de la ciudad de Cochabamba, se reunieron en diferentes puntos de la ciudad, armados con sus telescopios y cámaras. Con el eclipse en su punto máximo, la atmósfera se llenó de entusiasmo y camaradería y a pesar de que sólo vimos una pequeña parte de la Luna oscurecerse, la emoción de las personas era notoria.  En los grupos WhatsApp nos enviaban videos, imágenes y comentarios en los cuales se notaba que el eclipse estaba causando sensación, pues junto con las fotos tomadas con celulares se leían comentarios como ser: “…se ve a simple vista…”. Los murmullos de asombro resonaban mientras cada uno se turnaba para observar a través de los telescopios y captar la imagen del satélite parcialmente cubierto, intentando adosar su celular para llevarse un mejor recuerdo.

Los resultados fueron sorprendentes. A pesar de las condiciones adversas, las fotografías obtenidas fueron buenas. La mezcla de colores y sombras en la Luna, provocada por la atmósfera terrestre, creó un paisaje visual que deleitó a todos los presentes. Cada imagen compartida, cada comentario sobre el evento, enriqueció la experiencia colectiva.  Aunque en las imágenes no se nota, se podría observar una zona rojiza al final de la umbra

En la Fig.3 podemos apreciar dos imágenes obtenidas y procesadas por mi persona.  Se obtuvieron 10 tomas de cada una y se utilizó el Registax 5 para obtener el resultado final.



Fig.3 Se observa la Luna eclipsada en el máximo a la izquierda, 22:45 y cuando la Luna ya estaba saliendo de la umbra a las 23:17 TL.  Refractor APO de 72mm con barlow 2X y cámara Nikon D3100 con s= 6/10 y t=3/6, gracias a una pequeña lluvia que limpió un poco el humo de nuestros cielos

 

Conclusión

El eclipse parcial de luna del 17 de septiembre de 2024, a pesar de los desafíos presentados por los incendios forestales y la calidad del cielo, se convirtió en una celebración de la resiliencia y la belleza de la astronomía. Gracias a la ayuda de la lluvia y al uso de equipos adecuados, los observadores pudieron disfrutar y capturar un momento único en el cielo nocturno. Este evento no solo reforzó la pasión por la astronomía, sino que también destacó la importancia de la comunidad en la apreciación de los fenómenos naturales. Sin duda, una noche que quedará en la memoria de quienes tuvimos la fortuna de vivirla.

Referencias Bibliográficas

1)      Moises Montero. Astronomía Signa Octante, septiembre, 2024

2)      https://www.opinion.com.bo/articulo/cochabamba/presa-humo-llajta-toco-nivel-mas-alto-contaminacion-2024-lunes/20240909123533955185.html

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