lunes, 23 de mayo de 2016

ARISTARCO, HERODOTO Y EL VALLIS SCHRÖTERI

La zona de Aristarco se encuentra entre las más interesantes de la superficie lunar. Es la zona más brillante, pudiendo incluso distinguirse ocasionalmente su brillo aún sin estar iluminada por la luz solar. Más de un tercio de los reportes de Fenómenos Lunares Transitorios pertenecen a esta zona, incluido uno de los más veraces, el de los cartógrafos lunares Edward Barr y James Greenacre en octubre y noviembre de 1963. Esta fenomenología de la zona influyó para que la NASA eligiera el Vallis Schröteri como el sitio de alunizaje de la misión Apollo XVIII, la primera en ser cancelada (junto con la XIX y la XX). También en esta zona se descubrió la presencia de gas radón tanto por Apollo XV como por Lunar Prospector.

La primera imagen que vemos pertenece a la prehistoria de nuestra Sección Lunar, fue obtenida por Juan Manuel Biagi el 7 de septiembre de 2014 a las 5.58 UT, con nuestro telescopio Meade LX 200 de 250 mm. y la cámara Canon EOS Rebel XS, una sola toma de 1/3 de segundo. Como eran nuestros primeros intentos caóticos de observación lunar, no registramos el ocular utilizado via telextender (que también magnificó algunas manchas de suciedad en el sensor). Pero esta imagen de Juan Manuel Biagi, que encontré mirando viejas fotos al azar, es la mejor que hemos obtenida de esta zona, seguramente por la cercanía del terminador y la maestría del fotógrafo. Se observan los 3 accidentes principales. Aristarco, con sus 3000 metros de profundidad y 40 kilómetros de diámetro, brilla incluso con poca luz solar. Su brillo normal es provocado por su juventud (500 millones de años) y su profundidad, que permite ver la brillante roca lunar que forma la corteza, la anorthosita. El cráter más oscuro, a la izquierda de Aristarco, es Herodoto, un poco más pequeño (34 kms.de diámetro), pero mucho más oscuro por haber sido inundado por material más reciente, siendo su suelo plano debajo del cual quedó seguramente el pico de impacto que sí presenta Aristarco. El accidente más difícil de obtener es la famosa “cobra”: el Vallis Schröteri. Es un valle sinuoso que termina en un pequeño cráter de 6 kilómetros de diámetro muy cerca de Herodoto. Se trata de un canal de lava de forma de serpiente de 168 kms. de largo, 11 kms. de ancho y 1 km. de profundidad.
Por lo general es difícil capturar el Vallis Schröteri con los rayos solares incidiendo de frente. Francisco Alsina Cardinalli lo hizo el 30 de abril de 2016 a las 5.38 UT con una QHY5-II:

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