El
cráter Langrenus tiene un diámetro de 133 kilómetros y se encuentra cercano al
limbo oeste. Es un blanco difícil para la observación, ya que es extremadamente
brillante, pese a su antigüedad. Nosotros lo fotografiamos en el marco del “Proyecto
de Verificación/Eliminación de Reportes Históricos de Fenómenos Lunares
Transitorios” dentro del “Programa de Detección de Cambios Geológicos Lunares”
de la Association of Lunar and Planetary Observers (ALPO), la
British Astronomical Association (BAA) y la Aberystwyth University (en Gales).
La
observación de Langrenus se requería para obtener imágenes de comparación en
las mismas condiciones de iluminación de uno de los casos mejor documentados de
Fenómenos Lunares Transitorios.
A
partir de 1989, el Observatorio de París lanzó un programa de
video-polarimetría para analizar las superficies de planetas y lunas de nuestro
sistema solar. Según Wikipedia, la polarimetría es “la medición de la rotación angular de las sustancias ópticamente activas en un plano de luz
polarizada”. En la luz polarizada, los fotones están
alineados, a diferencia de la luz no polarizada, en donde los fotones se emiten
aleatoriamente. La luz de las estrellas no es polarizada pero se polariza al
reflejarse en las atmósferas planetarias. La polarimetría de la luz reflejada
desde la superficie de planetas y lunas
suministra valiosos datos sobre ésta.
A
fines de diciembre de 1992, un equipo dirigido por Audouin Dollfus comenzó estudiar la superficie lunar (como ya lo
había hecho con Marte). El 29 de diciembre la inspección de imágenes y
polarimetrías de Langrenus, en especial una zona de colinas al norte del pico
central que tendrá importancia posteriormente, indicaba un aspecto normal.
El
30 de diciembre apareció una mancha brillante en las imágenes de polarimetría,
en todas las mismas, en la zona que indicamos antes. El 2 de enero de 1993 el tiempo permitió
continuar las observaciones. La mancha brillante al norte del pico central
aparecía en condiciones similares pero no idénticas a las del 30 de diciembre.
También aparecían manchas brillantes en puntos del borde sur del cráter. El aumento de brillo no se repetiría en las observaciones
posteriores.
Según
el artículo en el que el propio Dollfus narra las observaciones:
el
evento de Langrenus produjo un aumento de brillo y un incremento de la
polarización de la luz reflejada por las zonas implicadas del cráter Langrenus.
Esta peculiar característica excluye una serie de causas que no producirían
polarización, como luminiscencia de la superficie lunar, cambios de albedo o
descargas tipo relámpago por erupciones volcánicas. Un escape de gas a la
superficie produciría polarización de la luz pero no aumento drástico del
brillo. Pero nos vamos acercando a la solución propuesta por Dollfus.
Un
afloramiento de gas proveniente del interior lunar levanta una capa de muy fino
polvo en la superficie. Esa capa de polvo es un eficaz agente de polarización
de la luz dispersa por los granos del tamaño de partículas de humo, que se
mantienen separados y levantados de la superficie por un tiempo relativamente
largo. Mientras los afloramientos de gas continúan, la luz reflejada por esa nube
dispersa de polvo es más brillante que la que se reflejaría en la superficie
normal del mismo lugar (y es luz polarizada).
Cuando la acción del gas cesa, dichas partículas se depositan en la
superficie, el albedo vuelve a ser el normal y no se observan cambios en la
superficie, ya que las partículas de polvo habrían provocado un oscurecimiento
muy leve en la zona, que no podría distinguirse desde Tierra. Y ahí tenemos el
mecanismo de un clásico Fenómeno Lunar Transitorio: aumento transitorio de
brillo y luego de un tiempo desaparición del mismo sin cambios en la superficie
implicada (esto último lo comprobó la sonda Clementine).
Este
mecanismo de gas levantando polvo y dispersando la luz incidente se comprobó
experimentalmente en laboratorio con muestras lunares, como se puede comprobar
en el artículo de Garlick:
Si
bien nunca se habían registrado Fenómenos Lunares Transitorios en Langrenus, el
sitio es típico de la explicación científica más aceptada para los FLT, afloramientos
de gas desde el interior:
1.-
Los espectrómetros de las misiones Apollo 15 y 16 detectaron gas radón en
Langrenus.
2.-
El evento se produjo cerca del pico central de un cráter muy grande y antiguo,
una zona muy fracturada y llena de grietas que permitirían el afloramiento de
gas.
3.-
Langrenus se encuentra al borde del Mare Fecunditatis, el gas atrapado por los
afloramientos de lava que llenaron el Mare buscaría su salida en las zonas en
la que la corteza es más débil, condiciones que habría generado el impacto de
Langrenus (que es posterior a la formación de Mare Fecunditatis).
La
observación que realizamos apareció en la edición de noviembre de “The Lunar
Observer” (la revista de la Sección Lunar de ALPO), comentada por el Director
del Programa Anthony Cook . Pueden verla en las páginas 19/20, éste es el link:
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