Impúdicamente, descubrimos lo que la Luna no nos quiere mostrar.
Como diría Felisberto Hernández: “No podía hacerme la idea de que yo admiraba
un paisaje que no fuera de la Tierra y me parecía que aquel atrevimiento lo
tendría que pagar con la locura”.
Se trata de la luz cenicienta (“earthshine”), la tenue luz
que ilumina la parte de la
Luna que no es bañada por la luz del Sol y que normalmente no
vemos desde la Tierra. Es
luz del Sol que se refleja en la superficie de nuestro planeta e ilumina la
parte de la superficie lunar no expuesta a los rayos solares.
Es un fenómeno no muy fácil de atrapar fotográficamente,
pero lo consiguió el miembro de nuestra AEA Juan Manuel Biagi en la prehistoria
de nuestra Sección Lunar. Tenemos un gran archivo de fotografías y videos
lunares sin procesar que de a poco iremos desempolvando y sacando del arcón,
éste es el primero. Fue obtenida a las 5.59 del 21 de septiembre de 2014 a mano
alzada, apoyando la cámara sobre el telescopio.